Circular por una carretera teñida de rojo, llena de polvo de mineral de hierro. Un polvo que cubre, también, fincas y viviendas, y que, sobre todo, llega a los pulmones de quien vive o transita por sus cercanías. Un polvo que, además, con las lluvias de los últimos días se ha convertido en un denso barro por el que resulta difícil y peligroso transitar.
Esa es la situación en la que se encuentran los vecinos de Veriña y los usuarios de la antigua AS-19, la carretera que unía Gijón y Avilés y que ahora ha quedado como una vía de comunicación casi interna de la parroquia y, también, de la factoría de ArcerlorMittal con El Musel.
Según criticaron varios afectados a EL COMERCIO, la situación comenzó el pasado 21 de marzo, cuando la cinta transportadora que utiliza la siderúrgica para trasladar a El Musel su mineral de hierro se vino abajo. Una avería «que se repite muy a menudo» y que se traduce en que ese mineral es trasladado en camiones al puerto gijonés.
La diferencia entre otras averías y ésta es que esos camiones no son lavados a la salida de la factoría, por lo que llevan en sus ruedas todo el polvo de hierro, que se une al que se les cae en el viaje. El presidente vecinal, Amancio López, asegura que «en otras ocasiones, lavaban las ruedas. Ahora también deberían».
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